Era noche del 31 de octubre, al fin noche de brujas, hora del ‘dulce o truco’. Niños caminaban con sus peculiares disfraces, ángeles, superhéroes, demonios o personajes de caricatura, Etc. Entre ellos caminaba aquel joven, tenia los cabellos corto de un ligero color azabache y vestido traje elegante, se notaba que era sumamente fino, ocultado su identidad con una máscara que terminaba en el tabique de su nariz, simplemente tenía una seriedad y acompañado en sus labios carmesí un cigarrillo encendido. Ya había caminado y observando a los niños sonriendo, llenos de risas por lo que recurrieron a conseguir dulces y metiéndolo en bolsas para después comerlas hasta tener caries, le recordaba lo mucho que no festejaba nada ya que no era de su tradición’, al distraerse mirando llego lentamente a un cementerio, se veía que lo decoraron, ¿Era para una fiesta o para asustar a los mocosos curiosos que se acercarían? Simplemente entro para ver algo interesante.

-Parece que llego otro idiota a nuestra trampa -dijo un adolescente, no se veía que estaba en buen estado, su ropa parecía más como el típico roba carteras y correr como marica sin dar pelea.-

Él enmascarado no emitió una palabra, simplemente se dedico a su cigarrillo, exhalo humo, lo cual provoco al contrario.

-¿No dirás nada o te quedaras así nada más? –dijo algo fastidiado por la actitud de ella o él, lo cual saco la típica navaja para ‘matar’.

Él joven volteo para verlo y terminó por escupir el cigarrillo para luego pisarlo y apagarlo.

-¿Acaso no puedes dejar de ladrar tus amenazas sin sentido o estas simplemente retrasadito de la cabecita? –lo dijo sin problema alguno, su voz era ronca. No se sabía si era de un hombre o de una mujer y más confundiendo por su apariencia, pero las poses la complicaban aun más la cosa.

-¿Qué mierda eres?, ¿Un travestí?- pregunto confundido el contrario-

-La misma mierda que eres tú, estúpido humano. –respondió a lo que le dijo.

Aquel intento de ‘ladrón’ sólo se le acerco rápido y le clavo su navaja a un costado de su abdomen, lo cual soltó una risa para ver la reacción de esté, pero no fue lo planeado. Él joven de traje bajo la vista y vio que estaba sangrando, no. No era simplemente sangre, era un líquido negro mezclado con un tono de sangre más oscura, le agarro su mano sacando con fuerza la navaja para mostrarle bien que no era mentira lo que veía, con su otra mano saco su máscara, sus ojos eran de un tono amarillo brillante. Lo termino jalando para atrás con fuerza arrebatándole la navaja y tirarla a un lado. Opto para tocar su herida y extrañamente dejaba de sangrar, se veía la herida salir como humo negro, era como una... ¿Sombra? ¿Algo así posiblemente?

La reacción del contrario solo abrió sus ojos como platos y su piel se le erizo, jamás vio a alguien así.

-¿¡Q-Qué eres!? –dio un grito, no entendía ahora que era él, ya estaba comenzando a asustarse.

- Tu peor pesadilla. –sonrió de una manera tétrica, era una sonrisa como de un lunático a punto de perder su mente en sí.

El chico asustado se levanto y salió corriendo del lugar, no quería ver lo que pasara, no debió meterse con aquel ser que no era para nada humano, cometió un pequeño error al ver atrás por si le seguía, pero solo estaba caminado siguiéndole el paso, con eso corrió lo más rápido y termino gritando pidiendo ayuda mientras buscaba algo de salvación. Nadie le prestaba atención, creerían que era una de esas ‘bromas’ pesadas y decidieron por ignorarlo. Termino jadeando y sudando, se encontró a una fiesta a todo volumen, entro y pidió ayuda pero todos lo empujaban y lo ignoraban, tanto era su escándalo que la música que lo terminaron sacando por la parte trasera de la fiesta, estaba aterrado, no sabía si le siguió o simplemente lo dejo ir, observo por todos lados, incluso hasta el mínimo rincón del patio, como estaba solo dio un suspiro y limpiándose el sudor con la manga de su chaqueta, se levanto y aprovecho para seguir con su labor.

Al rato después de robar dulces de niños y hacerlos lloriquear, estaba sentado sobre un auto, se encontraba por una calle no tan vacía, ya la cantidad de niños se disminuyo, ya era demasiado tarde, sólo dejo su auto a media calle y termino comiendo los dulces robados, en el suelo donde se escondía todas las envolturas, se notaba la cantidad que ha consumido. Parecía solo un simple cerdo en su lodo. Dejo a un lado el resto de los dulces para ver el cielo, no se veía una estrella, como tiene mucha contaminación ya no se veía como antes mil y un estrellas brillando, dando ese bello toque de su resplandor.

-Comí demasiado, creo que será ya mejor irme. –dio uno golpecitos en su panza y se levanto para buscar las llaves de su pantalones, estuvo dándose palmadas tratando de revisar si las tenia, fue directo a los bolsillos de su chaqueta y con fuerza las tiro a un lado de la calle, fue directo y al agacharse apareció unos pies, sus zapatos era elegantes, todo pulidos y de un color negro brillante, en su cuerpo se le recorrió un escalofrió, al levantar la vista temblando, solo se quedo paralizado.

-Volví Darling. ~ era esa persona de nuevo.

En el suelo de la sombra solo se vio un acto atroz, como un monstruo fuera sacado de película de terror, simplemente, ahora quiere jugar.

Al día siguiente la policía encontró un cadáver de un joven más o menos de 20 o 23 años de edad, su cuerpo estaba todo descuartizado, sus partes de cuerpo estaban literalmente arrancadas como si de papel tratase. Todo el lugar estaba sacando fotografías a la escena y bloqueando el paso de los automóviles, la pregunta que se hacían los investigadores era: ¿Qué clase de persona o lo que sea hizo esto? Y más que le faltaba algo, ¿Dónde está la cabeza del joven?

En unas calles lejanas, una joven con taje elegante caminaba tranquilamente, estaba manchada de sangre y con una bolsa negra chorreando sangre, nadie le tomaba en cuenta, se le creía que solo era su ‘disfraz’, llego a su objetivo, un pequeño callejón y ocultándose del sol, le molestaba bastante ya que no era de su costumbre sentir es calidez y el brillo. Enseguida llego otro joven, vestía como el personaje famoso ‘Jason’, al quitársela mascara era un chico de ojos verde esmeralda, su piel estaba como que muerta, toda cosida y con tonos verde putrefacto, su cabello era largo y del mismo color de su acompañante.

- ¿Cómo te fue Calipzo? –pregunto el recién llegado, la observo que estaba manchada de sangre, ya se esperaba que hizo de las suyas en la noche.

- Me conoces idiota, sabes que termine matando a un idiota e intento fallido del el Brayan, el Kevin, etc. Me canso sus pelotudeces y aquí esta –mostró la bolsa, se encontraba la única parte que le faltaba- ¿Qué tal el ojo Jackson?

- Nada mal, será mejor irnos, como ya hiciste de las tuyas, no creo que duremos aquí mucho tiempo. –le respondió mientras se ponía su máscara.

- Claro, ve adelantándote, yo haré algo y luego te seguiré. –respondió Calipzo mientras se acomodaba su cabello.

En la mañana se reporto una bolsa con una cabeza, al llegar los investigadoras descubrieron que era lo que faltaba de la muerte de aquel joven, al revisar simplemente su rostro estaba deformado, como si le clavaron algo filoso, revisaron todo el callejón por si encontraban una pista, pero descubrieron en la pared escrita con su sangre, simplemente decía: ‘Feliz Halloween idiotas, nos veremos al año o en el infierno’…